Vistas de página en total

lunes, 15 de agosto de 2011

Por los Rivers de Babylon (II)

(Segunda parte de la entrevista a David von Rivers sobre su libro 'Navia caótica')

-------------------


-      - ¿Por qué los que hoy día se denominan a si mismos punks son sólo pálidas copias (como ves, soy muy indulgente) de los Pistols o los Damned?

-     - ¡Y ojalá! Los Sex Pistols y The Damned eran estupendos, excitantes y divertidos. Date cuenta que sucede siempre, en todos los estilos: las bandas primigenias son siempre muy distintas entre sí. Sex Pistols, The Clash, The Damned, Buzzcoks, Crass… ¿Se parecían en algo entre sí? ¿Cómo de clónicos eran Bad Brains, Dead Kennedys, Black Flag o Minor Threat? Apenas nada, salvo que eran rompedores con su época. Hoy el sonido hardcore punk es una forma de hacer, un conjunto de reglas que seguir. En resumen: puro revival. Supongo que los que se denominan a sí mismos como punks están demasiado inmersos en una ortodoxia que no les permite ni pensar ni respirar, por eso valoro a grupos como C-utter, Scumearth, Sons Of Bronson, Atomizador, Mixturizer o Fasenuova, por ejemplo, porque escapan de todo eso. En ese sentido, encuentro más interesantes a figuras como Frank Zappa, y más punks, aunque renegasen de ello, que alguien que a día de hoy no tenga otras ideas que los estereotipos que se han ido creando desde hace años. “No Future” no quería decir que no existiese un mañana, y que hubiese que abandonarse a la autodestrucción. “No Future” significaba que no hay destino, que la existencia y la vida están por hacer. El punk olvidó reinventarse constantemente, ese fue su problema.

De todas formas, la mediocridad existe en todas partes, ¿por qué no en el punk? Eso sí, también hay obras punk de una universalidad y trascendencia escalofriante. Escucha y lee cualquier cosa de Ruido de Rabia, por ejemplo. Ahí hay una sutileza y una inteligencia que van más allá de cualquier estilo musical. Es eso lo importante del punk: inspirar, inquietar, remover. Da igual que sea sin saber tocar o sabiendo, con una guitarra o con un sintetizador. Lo importante no es llevar una cresta o una camiseta de Exploited.

Xplosiv Joint a mediados de los 90. Ellos fueron pioneros caóticos. 
(foto tomada de su Myspace)


-       -Me gustaría hablar también del proyecto Duga-3 ¿Puede este ‘grupo’ asociarse a Navia caótica?
-      -Duga-3 no es un grupo. Digamos que la persona que está tras ello (yo) es completamente irrelevante, dado que ni siquiera me considero músico. Lo que me interesa es crear un ambiente, una sensación, una imagen y trasmitirla de la forma más pura al oyente, mediante fotografías, títulos y sonidos. En realidad, es lo que intento hacer cuando escribo, y lo que siempre me ronda la cabeza cuando lo hago: ¿Estoy transmitiendo bien la imagen, la sensación, la época, la emoción? Con Duga-3 me he llevado una muy grata sorpresa, dado que las pocas personas que lo han escuchado (no es música para todo el mundo, ni para cualquier momento) me han dado la impresión de que han comprendido lo que quería transmitirles.

“Navia Caótica” ya no existe. Eso fue una época, un momento irrepetible, algo que no va a volver. Ni siquiera los músicos de la “Navia Caótica” son ya “Navia Caótica”. Ahora hacen sus cosas, muy interesantes algunas de ellas. En este momento en la zona del occidente hay muchísima actividad musical, muy buenos grupos, se editan muchos discos… Esto ya es otra cosa cualitativamente distinta, un espíritu diferente. En ese sentido, Duga-3 es un poco de música más, una pequeña obscuridad dentro de un conjunto de bandas cada vez más amplio. Una cosa seria, pero pequeñita y humilde.

-     - Cuéntanos como surge tu pasión por el ruidismo, ¿Defensa tuvo algo que ver en la concepción del proyecto?
-    - La elaboración del doble CDr tributo y discografía de Defensa fue lo que terminó de animarme a autoeditar mi primer trabajo ruidista con Duga-3, pero en verdad, yo ya venía haciendo ruido desde 2001, desde antes de que existiese Defensa o conociese su existencia. Lo cierto es que descubrí a Defensa bastante tarde, pero aún así me impresionaron hondamente. Eran un grupo increíble, con una imaginería demencial alrededor (El Sindicato de la Defensa), y un concepto muy puro de cómo querían hacer las cosas. Eran caos.

Comencé a hacer ruido con mi ordenador con un espíritu muy punk. El problema que tuve cuando comencé a interesarme por el ruidismo fue que no encontraba un concepto unitario para lo que estaba haciendo, algo que le diese una entidad y enfocase las sensaciones o imágenes que quería evocar con mi ruido. Curiosamente, fue mi pasión por el doom lo que me orientó en una dirección concreta. Considero el doom unos de los subgéneros (¿o género, dado que nació al mismo tiempo que el heavy metal?) más fiel y respetuoso a sus propias raíces, y a la vez con una gran tolerancia a la inventiva e innovación, en un género tendente al encorsetamiento como es el metal. El doom tiene atmósfera, raíces, alma y evoca imágenes poderosas, lo mismo que produce el contemplar una ciudad en ruinas, cubierta por la vegetación. Es como un viaje en el tiempo o en el espacio. Evidentemente, Duga-3 no es doom, (aunque puede que haya elementos de drone), pero el espíritu es el mismo: evocar imágenes de decadencia. ¿Para qué? Pues para cuestionar el inquietante camino hacia el que nos lleva nuestra civilización.  Ciudades vacías… 

Si usted todavía asocia esto al punk... por favor, márchese y no vuelva
(Foto: Ready 4 Riots)

(Continuará)